domingo, 26 de mayo de 2013

ACTITUD EMPRENDEDORA


LA VERDADERA ACTITUD EMPRENDEDORA,
Espíritu que enfrenta los retos del futuro

Realizar cosas, no es tarea fácil. Nuestro espíritu, la parte inmaterial del ser dotado de razón que nos mueve, es el alma racional, que como don sobrenatural, virtud y ciencia mística, nos da vigor y nos alienta para actuar. Es vivacidad e ingenio, es principio generador, es esencia de las cosas, es ánima, es energía, es agudeza, es el alma.



Emprender, amigo, es acometer, una obra, es una empresa, emprender es simplemente iniciar, es simplemente hacer.


Tener verdadera actitud emprendedora, es embestir con ímpetu y valor tu reino de imaginación, tu mundo de fantasías, tus sueños, es ir en pos de tu nobles ideales, siendo competente en tus deseos de perfeccionamiento y en tu capacidad de hacer que las cosas sucedan.
La verdadera actitud de emprender tiene un nivel muy alto de autorrealización, de deseo de convertirse en lo que el hombre o la mujer es capaz de llegar a ser, lo ayuda a buscar su nivel de excelencia en todo lo que emprende, lo hace creativo, innovador, único, lo lleva a tener metas y lo mantiene apasionado para alcanzarlas.

Emprender, como tarea principal, nos compromete a fomentar y desarrollar nuestra verdadera actitud emprendedora, para ello se requiere de una experiencia verdadera e innovadora, se requieren metas individuales de superación productiva en quehaceres concretos, se requiere acción creativa constante, caminos seguros y directos hacia el éxito.
Todos ya estamos comprometidos en este mundo por naturaleza, pero muchas veces nos hace falta valor, determinación y fuerte visión de las posibles soluciones de este presente para desarrollarnos.


Actitud emprendedora es mirar hacia adelante, es llevar una alta dosis de preocupación de las posibilidades y del futuro de nuestro momento, es abrirse para aceptar un nuevo modelo en lugar del conocido, del pasado, del acostumbrado, del cómodo, es mostrarse motivado a cambiar.

La verdadera actitud emprendedora, es una constante búsqueda por la excelencia con miras a lograr la más grande de las satisfacciones del hombre y la mujer: la felicidad.

El que tiene actitud emprendedora arriesga, pero en forma responsable. Es consciente de sus consecuencias y está dispuesto en todo momento a afrontarlas, sueña con ideales, con sus habilidades, mide en todo momento su potencial, con una constante prueba de fuego de su capacidad humana y con un temor constante a la mediocridad.
La actitud emprendedora se opone al conformismo, a la involución, al estancamiento, a dejar de soñar, a la pasividad. Los que tienen una verdadera actitud emprendedora dejan de se simples observadores de la vida y miran la realidad como seres activos de ella, arman su propio escenario y actúan en el, viven siempre su presente, pero tienen fuerza visionaria hacia su futuro, el mañana.


No hay comentarios:

Publicar un comentario